
Luchando contra el reloj, y gracias a Violeta, logramos disponer de imágenes para projectar durante nuestra actuación. Los ensayos se sucedieron, más bien se amontonaron, intentando conseguir que los temas se ajustasen lo máximo posible a las imágenes.
El día de la actuación se notaba el nerviosismo ... la sala, imponente; la audiencia, sentada y sin una barra cercana; la actuación, distinta; nuestros ánimos, disparados.
Como suele ocurrir en este tipo de directos, suceden cosas inesperadas, hay pequeñas situaciones que vencer durante la ejecución pero al final, quedó la sensación de haber experimentado algo nuevo, increible y excitante. Quedó también el sentimiento de haber logrado trasmitir nuestras sensaciones al público.
Una vez más, gracias a todos los que nos seguís y apoyais, sois el motor que nos impulsa.
M.
P.D.: Gracias especialmente a Nacho por ser nuestro ángel de la guarda, y a Cesar por "enrrollarse" ...